martes, 23 de junio de 2020

El papel español en la exploración de Marte - Juan F. Cabrero Gómez

5.2
El papel español en la exploración de Marte.
Blues para un planeta rojo.





España cuenta con una historia de exploración espacial muy destacable, a la vez que desconocida. Con origen en el INTA, todo comienza a finales de los años cincuenta –con la NASA recién creada- mediante el acuerdo de colaboración hispano-estadounidense “para una instalación para el seguimiento y comunicación con vehículos espaciales en la isla de Gran Canaria”; la antigua estación de Maspalomas para el programa Mercury de viajes tripulados que posteriormente se ampliará con la de Fresnedillas para los Apolo [1].
Centrándonos en la exploración mediante sondas no tripuladas, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) asumió por encargo de NASA la responsabilidad de la investigación del Sistema Solar. Para ello, en 1963, se aprovecharon las relaciones con el INTA para estudiar emplazamientos de nuevas estaciones espaciales en la España peninsular [2], con el objetivo de crear una red global para misiones de espacio profundo (DSIF entonces, DSN ahora). Por idoneidad técnica y logística se escogió el lugar del actual Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid (MDSCC). Y fue aquí, en Robledo de Chavela, donde el 15 de Julio de 1965 a las 00:18 UTC, se comenzaron a recibirlos datos de la primera foto de proximidad1 [3] de otro planeta del sistema solar transmitidas por una sonda interplanetaria, la Mariner 4, lanzada por los estadounidenses un año antes, mientras se comenzaba a construir la primera antena (DSS-61).

La primera imagen pintada a mano del Planeta Rojo fue recibida por la antena DSS-61 de 26m de diámetro en una época en la que aún no se usaban los electrodomésticos en una España rural en blanco y negro -estaba llegando el alumbrado público- como muestra la portada del Diario Arriba del 28/03/1965.

Posteriormente, la estación de Robledo se fue actualizando duplicándose con la DSS-62 de Cebreros en 1966 [4]. Esta estación fue la primera de todas las mencionadas transferida al INTA en 1969, justo antes de los encuentros de los Mariner 6 y 7 con Marte y la 9, que fue la primera en orbitarlo. Éxito histórico que meses después lo resumiría el visionario Sagan [5] editando los resultados del 15º COSPAR Meeting de Madrid en 1972 [6]. Tras el exitoso servicio a NASA, la estación abulense estuvo operativa hasta 1983, se abandonó durante más de veinte años hasta que se rescató su ubicación para sumarse como segunda antena de la red de espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA) en 2005 para estrenarse como apoyo de comunicaciones para la Mars Express Orbiter.
Las dos estaciones de espacio profundo siguen operando hoy en día por lo que, desde el segmento terreno de comunicaciones, España ha participado en todas las misiones que NASA y ESA han llevado a Marte desde aquella década de los sesenta, de grandes éxitos tecnológicos gracias a la carrera espacial y en la que la escala blues también se convertía en un éxito popular por ser una de las influencias más importantes para el desarrollo de la música pop.
Tras el hito de los pases y puesta en órbita de las Mariner, la siguiente misión debería aterrizar; y así lo hizo la Viking 1 también en Julio, pero del 76. Este aterrizador incorporó un mini laboratorio biológico con el objetivo de búsqueda de vida extraterrestre in situ con un equipo basado en el trabajo realizado en los EEUU por el español Juan Oró, pionero del estudio sobre el origen de la vida. Oró contribuyó a diseñar un experimento con el cromatógrafo de gas y espectrómetro de masas embarcado en ese laboratorio, el cual proporcionó supuestos indicios de actividad metabólica por producción de dióxido de carbono [7], sugiriendo que existían microorganismos en la superficie. Finalmente fue un falso positivo debido a una contaminación aunque ha sido motivo de controversia hasta hace escasos años [8].
Tras el gran éxito de las vikingas, la exploración del planeta rojo se interrumpió prácticamente durante más de dos décadas hasta que se retoma la exploración con la Mars Pathfinder dotada del robot Sojourner2 y su aterrizador renombrado como Carl Sagan Memorial Station; con el que honraban a sus visionarias palabras que menciona en este mismo capítulo de la serie original Cosmos: [se deberá explorar Marte con,…] “vehículos autónomos que se trasladen por los lugares interesantes con un laboratorio interno y que pensara por sí mismo”.
España se incorporó al selecto club de enviar equipamiento de vuelo ya en 2003 para la Mars Express de la ESA. En el rover Beagle-2, se caracterizó un sensor ultravioleta por un equipo del Centro de Astrobiología (CAB) y la UCM, aunque desafortunadamente este vehículo “amartizado” no envió ningún dato. Respecto al orbitador, empresas españolas se encargaron de la antena de alta ganancia, varios componentes electrónicos de los instrumentos de navegación y participaron en el control de la misión. También desde el IAA-CSIC de Granada desarrollaron parte del espectrómetro de Fourier (PFS) embarcado, heredado de un modelo de reserva de la maltrecha Mars-96 rusa. Actualmente cuenta aún con un equipo de investigadores españoles tratando datos en el archivo del European Space Astronomy Centre (ESAC), en Villafranca del Castillo.
En cuanto a las misiones NASA, en el Curiosity del Mars Science Laboratory (MSL) la Estación de Monitorización Ambiental del Rover (REMS) fue desarrollada por un grupo de científicos y tecnólogos del CAB (INTA-CSIC), la empresa CRISA y la UCM, entre otros. Esta estación meteorológica incluía una serie de sensores para medir viento, presión, humedad y la temperatura de la atmósfera y del suelo marciano, así como los niveles de radiación ultravioleta. Como ampliación de la colaboración de España en el instrumento REMS, la entonces EADS-CASA Espacio de Astrium lideró la Antena de Alta Ganancia (HGAS) que permitía comunicación directa con la Tierra sin satélite relé. SENER fue el responsable del mecanismo de apunte (HGAG) y el INTA colaboró en la realización de los ensayos ambientales simulando las condiciones de la atmósfera marciana.
REMS fue el germen de una serie de estaciones meteorológicas del CAB que nos reportan directamente el tiempo marciano3. Continuó con TWINS en Insight 2018 y seguirá con el Mars Environmental Dynamics Analyzer (MEDA) como principal contribución española en el Perseverance de Mars 2020 (JPL-NASA) que cuenta también con el sensor de radiación y polvo (RDS) y el sistema de calibración del instrumento SuperCam de la Universidad de Valladolid (UVA); ensamblados todos en el INTA.
Pero antes, el INTA amplió su actividad en este campo con su participación en los MEIGA/Met Net Lander, pequeñas sondas espaciales con el objetivo de industrializarlas en serie para establecer una completa red meteorológica global del Planeta Rojo. Actualmente está pausado, pero gracias al diseño de diversos sensores miniaturizados junto con los programas de calificación de MetSIS, se complementó la idea de “minisensorización” del programa InMars dentro del Departamento de Cargas útiles y Ciencias del Espacio, orientado al desarrollo de instrumentación compacta para la investigación ambiental en la superficie de Marte. Con este trabajo se han desarrollado múltiples sensores como el sensor de irradiancia solar SIS [9] de DREAMS (Dustcharacterisation, Riskassessment, and Environment Analyseron the Martian Surface) integrado en el demostrador de aterrizaje de la misión ExoMars 2016, tristemente destruido.
El que sí cumplió su objetivo en esa misión europea del 2016 fue el Trace Gas Orbiter (TGO) con participación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en el control térmico y del IAA-CSIC de Andalucía mediante la electrónica y el software de la Spacecraf INterface BoArD (SINBAD) del espectrómetro NOMAD usado para identificar los componentes de la atmósfera. También esta institución de Granada junto la Complutense de Madrid (UCM) tuvieron presencia co-investigadora en el instrumento ruso Atmospheric Chemistry Suite (ACS).
Llegamos a ExoMars 2020 (ahora 2022 por el retraso recién anunciado), y en su rover Rosallind Franklin se constituye la participación española más ambiciosa hasta la fecha, tanto por el liderazgo científico de la UVA como técnico desde el Dpto de Programas Espaciales y el de Óptica Espacial del INTA, de uno de los tres instrumentos principales del laboratorio analítico: el espectrómetro Laser Raman [10] que determinará la composición química de los minerales del subsuelo marciano con objeto de caracterizar el ambiente geoquímico y buscar indicios de actividad biológica pasada y/o presente.
En la plataforma de superficie se sitúa la estación meteorológica METEO y el INTA incorpora dos sensores: El SIS’20, un Sensor de Irradiancia Solar y el DS’20, un sensor de polvo. También en esta plataforma estará un sensor magnético (AMR) y otro conjunto de instrumentos dedicado exclusivamente al estudio detallado del polvo atmosférico “DUST SUITE” con el nefelómetro MicroMED español. Todo ello gracias a colaboraciones de la UC3M, UPC, UPM, Universidad del País Vasco, la Universidad de Sevilla, Centro Nacional de Microelectrónica, … y una lista de organismos públicos a los que pido disculpas por olvidar [11].
En la parte industrial, existe un número relevante de empresas, coordinadas desde el CDTI, Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial [12], entre las que destacan Airbus Defence and Space (CRISA y la anterior CASA), RYMSA, TAS-E, Iberespacio, LIDAX, SENER, GMV o Elecnor Deimos con distinto grado y áreas de participación en la exploración de Marte [13]. Estas dos últimas lideran avanzadas propuestas en la parte de guiado para la captura de una muestra marciana (Mars Sample Return, MSR) en su parte de recuperación en órbita baja por misiones futuras – Earth Return Orbiter (MSR-ERO).
Como vemos, la especialización actual dentro de la exploración marciana ha dado lugar a proyectos colaborativos entre decenas de universidades españolas, sus spinoff, empresas grandes y pequeñas del sector o pequeños talleres y/o proveedores que se han adaptado a proyectos con las exigencias del sector espacio. La mayor parte orquestados a través del personal del OPI INTA, y gracias a los trabajadores de sus “empresas hijas” INSA-ISDEFE, han permitido despegar el tejido aeroespacial industrial español en el campo de ciencias planetarias y del espacio.

Notas:
1 El Mariner 4  enviaba datos a 8,33 bps y las fotos de escasa calidad (250kbits) tardaban 8h en bajar. Se transmitían a 10W desde unos 17000 km de Marte y se recibían con una señal menor que el propio ruido pero se amplificaban a 5W para enviarlos al JPL donde se convertirían a película fotográfica de 35mm. Por ello se aventuraron a pintar a mano la primera imagen [4]
2 Primer rover en operar en el espacio profundo (fuera del sistema Tierra-Luna).
3 Se pueden ver estos datos en Twitter @MarsWxReport.

Referencias y bibliografía:
[2] Dorado, J. M., Bautista, M., & Sanz-Aránguez, P. (2002). Spain in Space. A short history of Spanish activity in the space sector. (E. P. Division, Ed.)
[3] Marín, D. (2015). EUREKA. Obtenido de El día que perdimos Marte (50 aniversario de la Mariner 4): https://danielmarin.naukas.com/2015/07/29/el-dia-que-perdimos-marte-50-aniversario-de-la-mariner-4/
[4] Urech, J. M. (2011). Estaciones de NASA cerca de Madrid: 45 años de historia (1963-2008). Madrid: INTA. Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial «Esteban Terradas».
[5] Sagan, Carl;. (1972). Icarus , 17 (2), 289-569.
[6] S. Böhme, W. F.-L. (1972). Astronomy and Astrophysics Abstracts. (pág. 58, 94). Madrid: Springer Science & Business Media.
[7] Oró, J. (Intérprete). (1977). (I) "Proyecto Vikingo: resultados físico-químicos". De CICLOS DE CONFERENCIASLa odisea del planeta Marte - Evolución biológica y evolución urbana (I). Madrid: Fundación Juan March.
[8] Guzman, M., McKay, C. P., Quinn, R. C., Szopa, C., Davila, A. F., NavarroGonzález, R., y otros. (2018). Identification of Chlorobenzene in the Viking Gas Chromatograph-Mass Spectrometer Data Sets: Reanalysis of Viking Mission Data Consistent With Aromatic Organic Compounds on Mars. Journal of Geophysical Research: Planets. 123 (7): 1674–1683 .
[9] ESA. (2016). SCHIAPARELLI SCIENCE PACKAGE AND SCIENCE INVESTIGATIONS. Obtenido de https://exploration.esa.int/web/mars/-/48898-edm-science-payload#amelia
[10] RLS Team. (2020). Instrumento ExoMars Raman Laser Spectrometer. Obtenido de https://www.inta.es/ExoMarsRaman/es/instrumento-rls/
[11] Barrado, D. (2016). La exploración de Marte: el papel de España. Obtenido de Cuaderno de bitácora estelar: Astrofísica, astronomía, cosmología, ciencias del espacio.: https://www.madrimasd.org/blogs/astrofisica/2016/12/23/134241
[12] Robles-Fraga, E. (2012). Tecnología española en Marte. (CDTI, Editor) Obtenido de http://www.cdti.es/recursos/doc/Informacion_corporativa/Noticias/Comunicados/6402_15101510201215345.pdf
[13] SINC. (2016). Así participa España en la llegada de Europa a Marte. 


Juan F. Cabrero Gómez.
Licenciado en Física.
Asistencia Técnica ISDEFE en el Departamento de Óptica Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), Torrejón de Ardoz - Madrid.


1 comentario:

  1. Me gusta mucho el blog. Gracias por compartir tambien en los grupos de facebook.

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